OBRAS DE TEATRO LIBRES DE DERECHOS DE AUTOR

50 OBRAS DE TEATRO A LA VISTA

 

Barcelona, 1990. Sitges, 2018.

Santiago Salcedo

-Veintiocho años dedicados a esto de escribir teatro y dirigir mis propias obras con el grupo que fundé bajo el nombre de “Minimax Teatro”, el año 1990 en Barcelona-.

Presentación del grupo promotor de esta sección

El grupo "MININAX TEATRO" nació el primer domingo de septiembre de 1990, en una tertulia literaria del bar Nostromo cerca de la catedral de Barcelona, a la que asistía Santiago Salcedo fundador del grupo Minimax, desde hacía un año. Él acababa de dejar un grupo de teatro llamado DISBAUXA en el que había estado unos doce años y con el que había hecho bolos por muchos pueblos de Cataluña y acumulado una larga y abundante experiencia,  por lo que propuso a algunos tertulianos a los que atraía el teatro, poner dicha experiencia a su servicio y comenzar con lecturas dramatizadas en el mismo lugar donde hacíamos las tertulias, un café-librería llamado Nostromo, citado antes. La cosa  empezó a funcionar y al final se constituyó como grupo de teatro independiente, decidiéndose llamar Grupo de Teatro Minimax; por aquello de hacer lo máximo con los mínimos recursos. ¡Ingenuidades de los comienzos!  

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CONTADOR VISITAS: contador de visitas(Inicio el 28 agosto 2013)

 

Obras de teatro de libre circulación

      He reunido las 50 obras citadas en el título de esta página en formato libro, del que presento aquí su portada para que disponga el conjunto de todas mis obras de un “hogar común”, en donde reposar y estar siempre prestas a ofrecerse al actor que se interesé por alguna de ellas, sin ninguna remuneración a cambio. Libro que he editado en formato digital para que esté más fácilmente a la disposición de todos.

Estas 50 obras nacieron de su creador con la condición de ser generosas y ayudar a facilitar la práctica del gran arte del teatro, como siempre, libres de derecho de autor.

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FRAGMENTOS  DE ALGUNAS DE ÉSTAS OBRAS

He preparado un listado sinóptico de las 50 obras de teatro que pongo a disposición de todos los que lo deseen.

Para solicitar la obra completa o la sinopsis, gratis y con derecho de representación, dirígete al email del autor: amboscasos@yahoo.es o, también, a este otro: 2013santiag@gmail.com

 

Obra nº 1:

          APRENDIZ DE MALO

               Autor: Santiago Salcedo

Clase de obra:   Vodevil.

Duración…: Aprox., 80 minutos

Sinopsis: Teatro de autor.  Comedia vodevilesca en un acto. Hay situaciones que uno no espera que le sucedan nunca en esta vida monótona y repetitiva que llevamos la mayoría. Por ello, cuando a uno cualquiera se le rompe ese equilibrio, su reacción inmediata es impredecible. Como le sucede al bueno de José, el protagonista de "Aprendiz de Malo", que nunca imaginó tener que pasar por lo que tuvo que pasar: ser, eso, "un aprendiz de malo".

Un fragmento de esta obra:

 R E P A R T O:

CACO..........:    Persona joven.

 MARCELINA: Mujer de faenas, de mediana edad. Le encantan los chismes y está al corriente de todas las series televisivas.

 PAQUI.........: Mujer de faenas amiga de Marcelina. Despreocupada y lanzada, se mueve con desparpajo y chispa. Tiene marcado acento andaluz.                      

 Un PRESENTADOR de TV.

 Comedia en un sólo acto.

 

 Acto I

         (Luz del escenario a medio tono. Un despacho de oficina corriente. Entra un caco con la cara cubierta con un antifaz, una camiseta a rayas negras y blancas  y su cabeza tocada con una gorra. En una mano lleva una pistola y en la otra una linterna. Se acerca a un cuadro, lo descuelga y debajo aparece la caja fuerte. La manipula y finalmente la abre. Saca el dinero y lo mete en una bolsa. En ese instante entra la señora de limpieza. Enciende la luz. Lleva un cubo con su mocho y una escoba que deja apoyada en un rincón. El caco tiene justo el tiempo para esconderse tras la mesa del despacho.)

MARCELINA: (Escurre el mocho y comienza a fregar mientras tararea una canción.)

         "... Dicen que la distancia es el olvidoooo... y yo no concibo la razón...." (Se acerca hasta donde está escondido el CACO. Al cabo de varias pasadas por donde se encuentra éste, lo descubre. Se asusta y grita.) ¡Un ladrón! ¡¡socorrooo!! ¡¡socorrooo!! ¡un ladrón!

CACO: (Se levanta rápido y la encañona con su arma, mientras en la otra mano sostiene  una bolsa de plástico de basura.)  ¡Alto! ¡No grite! llevo un arma y si grita, se me podría disparar.

 MARCELINA:(Deja de gritar y habla muy tranquila.) Pero usted es un ladrón y yo siempre he visto en las películas, que cuando una mujer de limpieza descubre a un ladrón, tiene que gritar, ¿no?

 CACO: (Dubitativo.)   Bueno,...; supongo que...; pero ya ha gritado.

 MARCELINA:  Sí; pero ha sido poco. en las películas...

 CACO: ¡Déjese de películas! ¿No ve que si grita más, podrían oírla?

 MARCELINA: ¡Pues claro!, ¿Para  qué cree que son los gritos?

 CACO: (Le muestra la pistola que empuña apuntándola.)   Por lo visto usted señora no se ha fijado en ésta. 

 MARCELINA: (Levanta el mocho como si fuera a pegarle.)  Y ahora, como he visto en las películas, yo tendría que defenderme pegándole con el palo de la fregona o salir corriendo pidiendo ayuda.

CACO: ¡Qué fijación, dios mío! no sé que películas debe ver usted; las que yo veo,  por menos de lo que usted ha hecho, ya se la habrían cargado.

MARCELINA: (Con tranquilidad, baja el mocho y se apoya en él con las dos manos) Esas que usted ve, deben ser  películas americanas de ahora. A mí las de ahora no me gustan. Las que de verdad me gustan son las de antes y si son del país, mejor. Que además, no sé por qué esa moda de meter por la tele y en los cines, películas americanas a troche y moche. Con lo bonitas que eran aquellas películas en blanco y negro que yo veía de niña. ¿Se acuerda de Calabuch con José Isbert?

CACO: (Pensativo.) Bueno... no sé... ¡Ah, sí! Recuerdo que la echaron por la tele no hace mucho...

MARCELINA: (Le interrumpe rápida.) Si, yo también la vi; pero por la tele, no es lo mismo...

CACO: (Interrumpe enfadado. Levanta la voz.) Pero bueno, que no estamos aquí para hablar  de películas. ¡Que esto no es un cine fórum, señora! A ver si se entera: (Silabea, mientras le apunta con la pistola.)  Esto es un atraco y se supone que yo soy el malo de la película.

MARCELINA: (Suelta el mocho asustada, y  levanta las manos.)  ¡Haaay, no me diga eso que me asusta!! ¡Ay, Dios mío!! ... ¡Ay, Dios mío!! ¡Ay, Dios mío!! (Repite excitándose y gritando cada vez más.)

CACO: (Conciliador al ver la reacción de Marcelina.)   Mujer, tampoco se pase. Que yo no le voy a hacer nada. La pistola es de plástico, ¿ve? (La tira al suelo.) Además mire, (se quita el antifaz) ¿Usted cree que tengo cara de malo?

MARCELINA: (Deja de lamentarse repentinamente. Comienza a inclinarse lentamente para coger la pistola, mientras habla.)

 .../...

Obra nº 2:

                  La gran espada de Damocles

                         Autor: Santiago Salcedo

                         Barcelona, 2002

                                Teatro breve

               Sinopsis

¿Es tan segura la Tierra como nos creemos? Yo creo que no. Nos olvidamos que en cualquier momento podría ser destruida por el ataque fortuito de uno de los numerosos asteroides que suelen pasar cerca, cada dos por tres. Esta obra plantea hasta dónde puede llegar la estupidez humana, cuando se antepone el más que súper, "hiperego" que todos llevamos dentro, a la sencillez y humildad del sentido común. 

Elías Picatoste,  Peter Jaskín, Grégory Espasiva y Cung Ching Chong, los más eminentes científicos del mundo se enfrentan a una discusión alocada e intransigente, hasta tal punto, que el asteroide asesino los pilla discutiendo sin que nadie quiera dar su brazo a torcer. El mundo es destruido.

Clase de obra:   Dramática.

Duración……: Aprox., 40 minutos

Un fragmento de esta obra:  

Personajes:     

PRESIDENTE ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE NACIONES UNIDAS

ELÍAS PICATOSTE. .....: Científico. Habla rápido y nervioso.

PETER JASKÍN........... .: Científico. Meticuloso y de verbo lento.

GREGORY ESPASIVA.: Científico. Seguro, recio y temperamental.

CUNG CHING CHONG.: Científico. Amable, habla con voz suave y     cantarina.

VARIOS ACTORES......: Protesta popular.

             (Se podría hacer participar a los asistentes al que previamente se le concienciaría de que forma parte de la asamblea de las Naciones unidas. Un actor mostraría un cartel cuando tuvieran que gritar, murmurar o reivindicar. Así esta pieza teatral podría ser un experimento de teatro interactivo que podría resultar interesante.)

             Escena 1ª

            (Con el telón echado o, si no lo hay, con el escenario sin iluminar, saldrá un actor con un periódico debajo del brazo que se situará frente al público. Lo desdoblará con parsimonia y leerá una noticia. Un sólo foco iluminará al actor.)

            NOTICIA PERIÓDICO:

            “Pocos saben quien fue Damocles. Damocles fue un príncipe al que el rey quiso enseñarle lo frágil que era el poder, poniéndole sobre su cabeza en un banquete una gruesa espada pendiente solamente por una crin de caballo. La paradoja es que nuestro planeta Tierra siempre ha tenido una espada pendiente, no por la  crin de un caballo como la del príncipe Damocles, sino por el hilo de la suerte que es mucho más imprevisible. En estos momentos, la fina crin de esa suerte se ha roto. (Con voz trágica). , sí, ahora mismo, la gran espada de Damocles está cayendo sobre nuestra pobre  Tierra en forma de un alocado asteroide, a la impresionante velocidad de 65.433 km/h con la que impactará en un plazo no mayor de dos semanas. un asteroide de un kilómetro y medio de diámetro, descubierto por el eminente científico Elías Picatoste al que ha bautizado con el nombre “Killerock” que en nuestro idioma equivale a “roca asesina. Con este apelativo ya ven lo que podemos esperar de él.”

(Se retira el actor y se ilumina el escenario, mientras se escuchan los compases más conocidos de “Cármina burana. Hay un pequeño estrado o tribuna para la presidencia del presidente de la ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE NACIONES UNIDAS. Al fondo se lee un grande y alargado rótulo: “ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE NACIONES UNIDAS”. Si se dispone de proyector ir emitiendo diapositivas de la naturaleza. En un lado del escenario, sillas en donde se sentarán los cuatro destacados científicos del mundo. El presidente hará de moderador y dará la palabra a cada interlocutor, situado enfrente de ellos al otro lado del escenario en un pequeño estrado, como dije antes. )

             (Comienza la actuación con el escenario en penumbra, iluminado por una luz muy tenue que irá aumentando mientras hacen su entrada en fila y precedidos por el presidente todos los participantes. Irán con batas blancas y sus correspondientes nombres y categorías pegadas en sus solapas y con sus respectivas carpetas debajo del brazo, menos el presidente. Cada uno se siturará delante de su silla y esperará de pie hasta que se siente el presidente. Tras una pequeña pausa y tras estar todos sentados en silencio, se oirá una voz en off metálica que anunciará con fuerte, grave y profundo acento, el tiempo que falta para el impacto del asteroide que se está aproximando a la Tierra.)

             VOZ EN OFF: (Con eco o reverbero. Grave y profunda.)

            Faltan 168 horas para el impacto apocalíptico de un asteroide contra la tierra.

 (Se ilumina el escenario.)

 PRESIDENTE: (De pie y con voz solemne mirando al público como si fuera el auditorio de esta organización mundial.)

Me dirijo a todos los distinguidos presentes, miembros dignos de tan alta institución mundial: “La organización mundial de naciones unidas”  que tengo el alto honor de presidir y, también, me dirijo al mundo entero que está pendiente de nosotros a través de todos los medios de comunicación internacionales aquí presentes, para  presentarles a los científicos más destacados de nuestro planeta tierra, que se ve amenazado de una muy cercana destrucción. Esperamos de su conocimiento y colaboración que serán capaces de evitar nuestra propia destrucción. (Se levantan los cuatro científicos  y mirando al público, sin moverse de donde están, hacen una inclinación leve de cabeza. A continuación se sientan de nuevo. Aplauden los asistentes). Como ya conocen todos, hoy hace exactamente un mes que fue detectado un asteroide que se dirige hacia nuestro planeta tierra con el que impactará sin remedio, si no lo evitan, como decía, estos los más preclaros cerebros de todo el mundo que hoy han sido convocados urgentemente.

Los eminentes aquí presentes son:

 (Se van levantando y ejecutando una leve inclinación.

Elías Picatoste, ilustre presidente del reconocido laboratorio de física relativista de Princentong. El primero que detectó la trayectoria del asteroide, bautizado por él mismo con el nombre de  “Killerrock.

John Jáskin. (Lo acentúa en la primera sílaba) Es director del famoso laboratorio cuántico de Fresnecillas.

Gregory Espasiva. Científico ruso, académico de honor de la academia de la ciencia y tecnología de Moscú.

Cung Ching Chong de la universidad de Pekín. Experto en dinámica cuántica.

Sin más preámbulos, pues, dada la angustiosa urgencia del problema que nos amenaza, cedo la palabra al científico Elías Picatoste. 

 ELÍAS PICATOSTE: (Se levanta el científico de su silla. Se acerca hasta un atril central. Habla rápido y nervioso.)

Hemos sido convocados por el consejo supremo de la organización mundial de Naciones Unidas que usted preside, señor presidente y, tanto mis colegas como yo, no hemos dudado en dejarlo todo y presentarnos en este máximo organismo para intentar encontrar una solución. Como saben todos ustedes, (se dirige al público que representa al auditorio del Organismo Mundial de Naciones) Un fatídico asteroide se acerca a la impresionante velocidad de 65.433 km/h hacia nuestro querido planeta. (Levanta la voz.) Ahora mismo... (Pausa de unos segundos. Mientras, mira a todos los asistentes lentamente y después con parsimonia consulta su reloj de bolsillo). Ahora mismo, decía, falta una semana exacta o 168 horas para el impacto. (Aumentando la voz.) Insisto; el maldito asteroide se está  aproximando a la vertiginosa velocidad de 65.433 kilómetros por hora. (Una estudiada pausa recorriendo con su mirada a todo el auditorio.) Mientras nosotros estamos aquí, el sigue inexorablemente hacia el abrazo mortal y destructor que acabará con todo. (Patético.) Con nuestras ciudades, con nuestras casas, con todos los seres vivos. En suma con nuestra querida Tierra, si no somos capaces de, de...

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      Obra nº 3:

PROFESOR DE FILOSOFÍA EN PARO

Autor: Santiago Salcedo

 

 PERSONAJES POR ORDEN DE APARICION:

 

JULIA .......:  La madre.

 

CARLOS ..:  Padre. Profesor de Filosofía en paro.

 

JUAN .......:  El hijo de ambos. Estudiante universitario. Estudia empresariales. Tiene 24 años.

 

 SILVIA. ....:  Hija de 17 años y hermana menor de Juan. Estudia 3º de BUP. Siempre ha sacado todo con sobresalientes.    

 

 ELISA ......:  Estudiante de Filosofía y vecina de Carlos. Tiene 20 años.

 

 PEDRO...:   El sorprendente novio de Silvia: Tiene unos 50 años.

 

 CARLOS PADRE:   Padre de Carlos, unos setenta años, bien conservado. Hombre de pocos estudios; pero mucho sentido práctico de la vida.

 

PIZZERO

 

SOLE Y MADRE:   Diecinueve años. Limpia la casa de Carlos padre. Su madre viuda, acompañante de Sole.

 

NOVIA DE CARLOS PADRE: Una mujer de unos cuarenta y pico años, bien parecida. 

           

                    ACTO PRIMERO 

                                                                  

           (Un lunes de otoño. sala de estar y comedor de un piso corriente. Es por la mañana. Carlos Hurtado entra por la puerta de la cocina portando los elementos necesarios para preparar el desayuno: Tazones con sus platos, tostadas, un tetrabrik de leche sin abrir, mermelada, cuchillos y cucharitas. En una de las paredes hay un calendario tamaño grande.)

 

CARLOS: (Con mucha parsimonia va colocando las cosas en la mesa, mientras tararea algo)

Tararará... tarararí... tarara... ra... ra

 

           (Julia, la madre con traje de calle, preparada para ir a trabajar, hace su entrada con andar nervioso porque va justa de tiempo. Encuentra a su marido que aun no ha terminado de poner la mesa.)

 

JULIA: (Interrumpe el tarareo de su marido.)

¿Aún no está preparado el desayuno? (Coge una tostada que se ve un poco quemada y le recrimina.) Y encima las tostadas quemadas. (Enfadada y repitiendo) El desayuno sin preparar y las tostadas, carbón. ¡Cada día lo mismo!

 

CARLOS: (Dejando lo que esta haciendo y alzando la voz y la mano con un gesto muy significativo con el que acompaña sus palabras)

¡Para, para el carro, morena! El café está a punto de salir y no lo he hecho antes para que no lo tengas frío y si las tostadas están quemadas es por tu culpa.

 

JULIA: (Levantando la voz)

¿Ah si? ¿Por culpa mía? Claro, ¿Es que soy yo la encargada de preparar el desayuno, verdad?

 

CARLOS: (En plan de queja)

Si hubieras comprado el nuevo tostador que te pedí... con éste, saber cuándo y cómo sacará las tostadas, es toda una incógnita. Así que menos humos, (matizando) cariño.

 

JULIA: (Mientras se sienta y comienza a raspar exageradamente con el cuchillo la parte quemada de la misma, continúa pasando revista a la mesa hablando al mismo tiempo.)

¡Vaya! No me digas que eres incapaz de hacer un trabajo tan sencillo, como tostar el pan sin que se te queme.

 

CARLOS:

Mujer, si sólo fuera eso, puedes estar segura que no se me quemarían. Te recuerdo que soy el encargado de despertaros y de que esté todo a punto, cuando os levantéis. (Exageradamente dramático) Es la tarea que corresponde a un profesor de filosofía en paro.

 

JULIA: (Sin escuchar las palabras de su marido)

¡Oh! Y además te has olvidado la mantequilla.

 

 

CARLOS: (Imitando a un camarero)

Marchando uno de mantequilla para la señora.

(Sale disparado en busca de la mantequilla)

 

JULIA: (Mirando al público y suspirando)

¡Hombres, Dios mío! Se ahogan en un vaso de agua.

No entiendo cómo pudieron descubrir América o ir a la Luna.

 

CARLOS: (Entra con una tarrina de mantequilla a tiempo de oír la última frase que cree referida a él)

Aquí está la mantequilla. (Mientras la deja sobre la mesa) ¡Ah! Y en la Luna estarás tú porque no creas que es tan fácil mantener una casa bien llevada.

 

JULIA: (Extrañada)

¿Eh...? (Encogiéndose de hombros.) Bueno, es igual; pero que conste que yo me encargo los fines de semana de la casa y nunca se me han quemado las tostadas, ni me dejo la mantequilla en la cocina y menos (cogiendo y agitando el tetrabrik sin abrir) sirvo la leche así. Te he dicho muchas veces que se pone en una jarra y, además, un poco caliente y si, al menos, (inclina el tetrabrik como si echara leche) estuviera abierto... es que Carlos eres un...

 

CARLOS: (Suspirando)

Sí, ya sé; soy un desastre. Es una frase que me sé de memoria.

 

JULIA: (Nerviosa)

De poco me sirve que lo sepas de memoria, porque siempre tropiezas en la misma piedra. Bueno, rectifico. Siempre tropiezas en las mismas piedras.

 

CARLOS: (Enfadado)

¿Sabes lo que te digo?, que si no te gusta como lo hago, te levantas media hora antes y lo preparas tú; mientras yo me quedaré en la cama tranquilamente. Es muy bonito eso de levantarse y ¡hala! que me sirvan.

 

JULIA: (Alza un poco más la voz)

No te enfades; pero... es que cada día, desde que haces de ama de casa, te pasa siempre lo mismo. Al menos, podías poner un poco de voluntad y aprender. No creo que sea más difícil que esa filosofía de la que presumes y en la que te licenciaste y... (remarcando) te licenciaron. (En el mismo tono un poco mas enfadada que al principio) ¡Ah! Y eso de que me sirvan..., ¡nada de nada! Te recuerdo que la que trabaja en esta casa soy yo y...

 

CARLOS: (La interrumpe)

¡Chistssss!... (Hace pabellón con su mano en la oreja como si escuchara y comienza a oírse el característico sonido que hace el café cuando sale) ¿Ves? (Remarcando) ¡Ya está saliendo tu dichoso café! Si no te hubieras entretenido tanto en el cuarto de baño, todo hubiera estado en su punto...

 

JULIA: (Lo interrumpe también)

¿Ah si?

 

CARLOS:

Bueno, casi todo; porque adivinar cuándo vas a salir del cuarto de baño, es más difícil que resolver la cuadratura del círculo.

JULIA:

No sé qué quieres decir con eso de la cuadra... cuadra... cuadratura y algo más; pero tus salidas culturales no excusan tu incompetencia.

 

CARLOS:

Sólo quería expresar la imposibilidad de tener una medida exacta de tiempo, para preparar el desayuno entre tu entrada y salida del cuarto de baño. No puedo poner la cafetera en el fuego hasta que oigo que ya has terminado. Luego te quejas de que está frío el dichoso café.

 

JULIA:

Exageras, como siempre...

 

(Carlos la deja con la palabra y sale en busca del café. Al cabo de unos segundos entra con el café que deposita en medio de la mesa.)

 

CARLOS: (Sigue igual de enfadado, sin escucharla y respondiendo a sus anteriores acusaciones.)

¡Aquí está el café! ¡Ah! Y por lo que decías antes, ¡no creas que yo no trabajo porque esté en casa haciendo de chacha! ¡Eso es machismo puro, aunque lo diga una mujer!

 

JULIA: (Comprende que se ha pasado e intenta calmarlo.)

De acuerdo, de acuerdo. No te lo tomes así. Es que no me gusta llegar tarde al trabajo y cada día, por una u otra razón, siempre tengo que salir corriendo; pero si tú te esmeraras en tenerlo todo a punto...

 

CARLOS:

¡Por lo visto, además de absurda eres sorda. ¿Tendré que repetirte otra vez todo lo que te he dicho antes? Si no te entretuvieras tanto rato en ...

 

JUAN: (Aparece por la puerta con las manos juntas como en oración y con un triángulo equilátero pintado en la frente con dos círculos uno a cada lado de este triángulo.)

Buenos y felices días en nombre de la Perfección Geométrica de la gran Esencia. Haya paz en vuestros corazones y no rompáis la armonía del mundo que nos rodea, con vuestros matutinos enfrentamientos.

 

CARLOS y JULIA: (Dejando de discutir y mirando extrañadísimos a su hijo, mientras Julia, que estaba sentada en la mesa, se levanta.)

¡¡Quéee??

 

CARLOS: (Se dirige rápido y en línea recta hacia la pared en donde hay un calendario colgado y se pone a consultarlo.)

 

JULIA:

¿Ves hijo, con tus bromas? ¡A tu padre le ha cogido algo!

 

CARLOS: (Volviéndose mientras tiene puesto el dedo en el calendario.)

No, mujer, no. Estoy curado de sustos y otras cosas. Sólo miraba a ver si hoy era Carnaval; pero ya veo que no. (Volviendo al lado de su hijo y dirigiéndose a él.) Así que ¿podrías explicarnos a que se debe esta tan repentina metamorfosis?

SILVIA: (Entra con cara de sueño, recién levantada. Ha escuchado la última palabra, metamorfosis.)

Que mal suena esta última palabra, papá. ¿No será un insulto, verdad?

 

CARLOS: (Levantando los brazos al cielo.)

¡Oh Dios mío! ¿Qué he hecho yo para merecer esto?

Primero mi mujer me pone a parir con lo del desayuno. Luego mi hijo aparece hablando un extraño lenguaje sectario y vestido de carnaval. Y ahora mi hija, estudiante de 3º de BUP, que siempre aprueba todas las asignaturas con sobresaliente, me dice que si la palabra (despectivo) esa es un insulto. (Dirigiéndose al público exageradamente acongojado.) ¿Puede haber más desgracia para un padre y profesor de filosofía en paro que la propia hija, sangre de su sangre, no sepa lo que quiere decir una palabra así?

 

SILVIA: (También acongojada.)

Pero papá... si sólo he dicho que si esa palabra...

 

CARLOS: (Melodramático.)

¡Detente! ¡No sigas! (Sin dejar de hablar, se dirige a una estantería y toma un diccionario que le entrega a su hija.) No deshonres aún más los oídos de un padre frustrado. (Le entrega el diccionario.) ¡Toma y lee! 

 

SILVIA: (Lo coge y lo mira como un bicho raro.)

¿Qué es esto?

 

JUAN: (Con voz dulce y calmada juntando las manos delante del pecho.)

Mi inocente y querida hermana, eso que tienes en tus manos con aspecto de libro, es un diccionario.

 

JULIA: (Explota mientras mira el reloj.)

¡Pero bueno! ¿Os habéis vuelto todos locos?

Con tanta tontería, vais a conseguir que llegue tarde al trabajo. (Con autoridad.) ¡Venga, todos a la mesa! Y tú, hija, devuelve ese libro a tu padre para que lo dejé donde debe estar.

 

SILVIA: (Quejosa.)

Es que debo mirar...

 

JULIA: (En el mismo tono autoritario.)

Ya te lo diré yo. Metamorfosis es... (duda) pues..., eso; lo que ha hecho tu hermano, que hasta ayer era un chico normal y hoy ha amanecido cambiado.

 

SILVIA:

¿Has dicho metamorfosis? Pues claro que sé lo que significa. (Recita de memoria y carrerilla con cantinela escolar.) "Cambio de constitución y forma que experimentan ciertos animales en su desarrollo biológico". (Toma aire.) Es que yo entendí “hipófisis”.

 

(Juan y Silvia: Se sientan en la mesa.)

 

CARLOS: (Con cara de satisfacción mirando a su hija.)

¡Vaya, menos mal! (Dirigiéndose a su mujer.) ¿Has definido a nuestro hijo como un chico normal? (Sigue hablando en medio de la sala, mientras su mujer se sienta también y comienza a servirse el café aparentando no importarle su comentario.)

Te recuerdo que el año pasado, por estas fechas, le dio por el espiritismo y llenó toda su habitación con velas negras y dibujos extraños. Y el año anterior, estuvo fuera de casa una semana, siguiendo a no sé que gurú indio y antes del gurú ese, dijo que le había visitado un extraterrestre y...

 

JULIA: (Mientras alza su taza para beber.)

Sigue, sigue hablando. Se nota que no tienes que ir a trabajar como yo.

 

CARLOS: (Acercándose, también, a la mesa.)

¡Eso, quítame autoridad ante mis hijos! Tu eres, en parte, la culpable de que estos hijos nos hayan salido...

 

SILVIA: (Toma el tetrabrik interrumpiendo lo que dice su padre, aparentando que no le interesa su comentario.)

Papá la leche está fría... (Lo inclina para echarse leche en el tazón.) Y además no cae.

 

JULIA: (Contesta a la acusación de Carlos sin hacer caso a las palabras de su hija.)

¿Yo la culpa? ¡Hala, ya salió lo de escurrir el bulto, acusando!

 

SILVIA: (Insiste interrumpiendo esta vez a su madre.)

Papá la leche no sale y está...

 

JUAN: (Interviene en la conversación.)

Queridísimos padres. No os acongojéis y discutáis. Podéis estar orgullosos de unos hijos que os entienden y perdonan. Pero nosotros somos como somos...

 

SILVIA: (Insiste en echarse leche.)

Papá la leche no sale y está fría...

 

CARLOS: (Enfadado.)

¡Hijo, no sigas! Y tú, hija, si mezclas la leche fría con el café que está muy caliente,  (habla sin mirar), tendrás un café con leche tibio.

 

JULIA: (Suspirando.)

¡Déjate de inventos extraños! Ya te he dicho antes que la leche había que abrirla y calentarla un poco...

 

CARLOS: (Enfadado.)

Pensé que ya lo habías hecho tú. No creo que por esto se te caigan los anillos. (Dirigiéndose a su hija, sin dejar contestar a su mujer.) ¡Y tú, hija de mis entretelas, me imagino que tienes dos hermosas piernas para ir a la cocina y abrir el dichoso tetrabrik y calentar la dichosa leche!

 

SILVIA: (Quejosa.)

Pero es que cada día pasa lo mismo. Siempre se te olvida algo.

  

CARLOS: (Exasperado.)

¿Tú, también hija? ¡Claro a ti no se te puede olvidar, porque no preparas el desayuno cada mañana! (Coge el tetrabrik con un movimiento brusco y sale de la habitación hacia la cocina.)

 

SILVIA:

Es que yo tengo que ir al cole...

 

CARLOS: (La interrumpe exasperado volviéndose antes de salir.)

¡Oh pobrecita! (Levantando más la voz.) Claro, aquí el único que no trabaja ni tiene que hacer nada soy yo. Como estoy en paro, ¿verdad?

 

(Sale de la habitación llevando el tetrabrik de leche en una mano.)

 

SILVIA: (Un poco angustiada dirigiéndose a su madre.)

¿Qué le pasa a papá? Está muy nervioso.

 

JULIA: (Acaba de beber la taza de café sin leche)

Le está afectando más de lo que yo creía esto de la casa. Y luego, sólo ha faltado tu hermano que ha aparecido hecho todo un cromo...

 

JUAN:

Un cromo, no. ¿Es que uno no puede elegir el camino que crea necesario para alcanzar la paz interior suprema?

 

CARLOS: (Entra llevando una jarra con la leche templada dejándola sobre la mesa.)

Aquí está la dichosa leche caliente a su punto. ¿Estáis contentas ahora o tenéis algo más que decir?

 

JULIA: (Levanta la taza vacía.)

A mí ya me sobra. Me he bebido el café sólo (remarcando) sin leche.

 

CARLOS:

Mejor, así no engordarás.

 

JUAN:

¡Bendita familia! (Junta las manos como en oración). Y todo porque vuestras energías no han sido bañadas con el bautismo de la calma eterna.

 

JULIA:

¿Más calma, hijo? Si llevamos invertida más de media hora para desayunar una tostada quemada y un café con leche... (remarcando otra vez) sin leche.

 

SILVIA: (Con cara de no enterarse.)

No entiendo nada.

 

JUAN:

Pues sí, hermana querida. Todo esto no es más que otra de las batallas campales de nuestros queridísimos padres. 

JULIA: (Calmada.)

Por lo visto, el papel de ama de casa no prueba a vuestro padre.

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        Obra nº 4:

       REFLEXIONES ANTE UNA CALAVERA.

Autor: Santiago Salcedo

                                        (Monólogo)

Decorado: Un frondoso pino en medio de un paisaje campestre.

Atrezzo: Una calavera con el nombre de Arturo escrito en la frente.

Personaje: Carmen, una mujer de mediana edad.

 CARMEN:

(Entra caminando lentamente portando en su mano izquierda una calavera. Se detiene en el centro del escenario. Un foco la ilumina, el resto en suave penumbra. Una música adecuada acompaña su entrada en escena.)

(Levanta la calavera hasta alcanzar la altura de su mirada.)

Ser o no ser (recita con profundidad y misterio), decía en parecida escena Hamlet. (Con tono más ligero y superficial.) Aunque en tu caso más que ser, es todo lo contrario; más bien diría yo que, tal como te veo ahora, eres más “no ser” que ser. Es que fíjate en lo que te has convertido por tu mala cabeza; nada más que en puro hueso.

Quién me iba a decir que cuando mejor te iba a conocer, sería ahora, que te tengo entre mis manos. (Toma con ambas manos la calavera y la mira y remira, dándole vueltas.)

Aún recuerdo cuando nos vimos por primera vez. ¿Te acuerdas? Yo había subido al metro en la parada primera de la línea azul. Comenzaba aquel mismo día un curso de teatro en una academia particular.

Es que, (mirando al público) aunque intenté entrar en el Instituto del teatro, no pasé la prueba. Espero que lo tengan en cuenta a la hora de aplaudir.

(Mira de nuevo a la calavera)

Fue en la parada de metro Diagonal, en donde subió un montón de gente y no tuvimos más remedio que apretujarnos todos. De repente, me encontré frente a frente con tu cara. Me acuerdo que estábamos prácticamente pegados. Tú no sabías a donde mirar. Mirabas al techo, a la derecha, a la izquierda y ni una vez de frente.

¿Lo recuerdas? ¡Pero qué tonterías digo! No creo yo que, en las condiciones en que te encuentras ahora, estés para muchos recuerdos…

Al cabo de unos segundos, antes de llegar a la siguiente estación, un frenazo brusco y el metro se detuvo de repente. Todo el vagón se quedó sin luz y, al instante, surgió la consabida queja global en forma de murmullo de todos los presentes.

En mi caso particular, reconozco que, a pesar de que este retraso me podía hacer llegar tarde en mi primer día de clase, en el fondo no me desagradaba aquella situación.

Otras cosa que no entiendo (mirando al público de nuevo), aunque casi siempre pasa igual. Se va la luz en el metro o sucede algún percance parecido y todo el mundo cambia de actitud. Dejan sus posturas serias y mudas, se relajan y se ponen a hablar unos con los otros. 

(Mira de nuevo a la calavera)

Yo fui la primera que comenté más que nada por si entrabas al trapo y te decidías a hablar, como hacía la mayoría. Es que tu timidez me dio alas:

Jolines, hoy que comienzo a estudiar teatro va y se escacharra el metro.

Solamente conseguí como respuesta el que me miraras; pero no te atreviste a decir ni una palabra. Entre la penumbra de las luces de emergencia, noté que parpadeaste sorprendido. Es que no esperabas que una tía que estaba prácticamente pegada a ti, se atreviera a hablarte y menos a mirarte de frente. Visto el resultado fallido de mi primer intento, preparé otro. Con este, me dije, que no tendrías más remedio que abrir esta boca (recorre con un dedo la boca de la calavera) y oír por fin la voz que tenías. Te dije entre nerviosa y compungida, ¿te acuerdas?:

Seguro que llegaré tarde hoy a mi primera clase de teatro. ¿Sabes la hora que es?

Ja, ja, ja, ja…. (Ríe exageradamente.)

Perdona; pero aún ahora no puedo evitar la risa, cuando recuerdo la cara que pusiste al intentar levantar los brazos para mirar tu reloj que, como todos, los tenías pegados al cuerpos; por estar en aquel preciso momento como sardinas en lata. Aún no había acabado de reírme, cuando el metro arrancó, las luces se encendieron y un alivio general se notó en todo el vagón y fue cuando hiciste aquello que me dejo flipada por ti. ¿Te acuerdas? Levantaste la voz y preguntaste a voz en grito:

¿Hay alguien que pueda mover un brazo y decir la hora que es? Es que esta chica está preocupada por llegar tarde en su primer día de clase.

Yo, al oír aquello, me sentí el centro de todas las miradas y trate de encogerme un poco para pasar desapercibida. Al cabo de unos segundos, se oyó una voz proveniente del otro extremo del vagón:

Son las nueve menos diez. Son las nueve menos diez. Son las nueve menos diez…, se escuchó repetida la hora, cada vez más cerca de donde estábamos. Fue muy divertido.

Finalmente tú, mirándome de frente casi me susurraste: Son las nueve menos diez.

Yo, que no esperaba aquella reacción, me quedé como paralizada. Tardé en darte las gracias varios segundos, mientras me decía interiormente: ¡Jolín con el tímido! Aunque tú de tímido, me acababas de demostrar que no tenías nada de nada.

Por fin llegué a mi parada que era Plaza de Sants y pensé con pena, mientras el metro se iba parando, que allí se acababa la historia del encuentro y que quizás ya no nos veríamos nunca más; pero no fue así, sino tú ahora no estarías aquí, aunque, bueno no es que se pueda decir que estás; porque tú, no eres tú.

(Señala con un expresivo gesto la calavera)

Yo me bajo en esta estación –balbuceé nerviosa.

Tú te quedaste como si no te importara.

Gracias por lo de la hora –te dije apurando hasta el último momento a ver si reaccionabas. Pero como si nada. Ahí te quedaste sin hacer ningún intento por seguirme. Bueno, al menos, eso pensé entonces, ¡puñetero!

Es que salí con el montón de gente que bajamos del vagón y no vi nada más. Menos mal que llegué a la academia de teatro por los pelos.

Luego, en la clase de interpretación, me tocó un maniático del teatro de Shakespeare. Nos estuvo machacando con Hamlet y la escena de calavera todas las dos hora que duro nuestra primera clase. A cada uno de los alumnos, nos dio una para que practicáramos en nuestras casas –bueno eso de dar es un eufemismo; al final del mes nos llegó el recibo con el incremento de su valor.

(Se interrumpe lo que está diciendo y habla lo que sigue con un expresivo gesto afeminado y afinada voz.)

Para situaros de verdad en esta escena dramática, miradla fijamente y pensad que cada uno de vosotros es portador de su propia calavera.

(Cambio de luces. Se apaga el foco central y se ilumina el escenario con  un poco más de luz que  la penumbra que había antes. Comienza a moverse lentamente imitando y recitando  la conocida escena de “ser o no ser” de Hamlet, con acento dramático exagerado.)

Hamlet:

Ser o no ser, ¡he aquí el problema!

¿Qué es más noble y leal para el espíritu:

sufrir los golpes de la insultante Fortuna,

o tomar las armas contra un mar de calamidades y,

haciéndoles frente, acabar con ellas?

¡Morir…, dormir, no más!

¡Y pensar que con un sueño, damos fin al pesar del corazón

y a los mil naturales conflictos que constituyen la herencia de la carne!    

¡He aquí un término para ser devotamente deseado!

¡Morir…, dormir!

¡Dormir!...

¡Tal vez soñar!

¡Sí, ahí está el problema!

….......

(Cuando haya terminado, se situará de nuevo en el centro. El foco volverá a iluminarla, como al principio. Mira de nuevo la calavera)

Yo salía toda ilusionada y contenta con mi calavera en la mano, sintiéndome ya toda una actriz y, de repente, te vi en la puerta de la academia esperándome. Fue tan grande la sorpresa que la calavera se me cayó de la mano y fue rebotando escalón por escalón como una pelota, hasta llegar a la calle, que fue donde tú le diste caza….

Ja, ja, ja, ja.... (Ríe exageradamente.)

........................../....................

Para solicitar la obra completa, gratis y con derecho de representación, dirígete al email del autor: amboscasos@yahoo.es o, también, a este otro: 2013santiag@gmail.com

Obra nº 5:

          Onda Cielo

Autor: Santiago Salcedo

 (Monólogo)

Decorado: Un fondo azul y un foco potente iluminando el centro del fondo, sería lo ideal.

         Atrezzo: Un teléfono móvil.

         Personaje: Un radiooyente.

(Se oye en off música de fondo. Ésta puede ser gregoriano o similar. Entra con paso rápido hasta el centro del escenario, nervioso con el teléfono móvil expectante y dispuesto a marcar un número de teléfono. Mientras, sin quitar la música de fondo, se oye la voz con tono suave y angelical de una locutora de radio.)

VOZ EN OFF (voz con tono suave y angelical): Aquí radio Onda Cielo, que en su emisión diaria está a punto de abrir micrófonos para sus asiduos oyentes. A partir de la tercera campanada, pueden comenzar a llamar. El Altísimo escuchara vuestras peticiones. Sed buenos y no pidáis mucho ni cosas malas, que os conozco. El Altísimo está un poco enfadado con todos. Sed buenos, sed buenos, no lo olvidéis. Atención, pues, a la última campanada.

 (Un corto silencio. El actor preparado como si fuera a iniciar una carrera de fondo. Suenan tres sonoras y lentas campanadas.)

CAMPANADAS: Taaang... ( pausa). Taaang... ( pausa). Taaang

 OYENTE (al terminar la tercera campanada se le ve marcar rápido y nervioso y cuando termina se lleva el teléfono a la oreja para hablar): ¡Joder! Hay perdón, quería decir ¡mecachis! Es que no hay manera. Siempre hay algún espabilao que se me adelanta. Casi siempre son los mismos. (Eleva la mirada hacia arriba.) Seguro que tienen enchufe.

Además, para pedir lo que piden, podían dejar pasar a otros. El otro día uno le pedía que se llevara cuanto antes a su padre que está medio enfermo y muy mayor en una residencia de viejos, bueno quiero decir de tercera edad. Eso sí, oí que le pedía que se lo llevara al cielo.

¡Anda que también nosotros, vamos buenos! Nos creemos que, cambiando las palabras, eliminamos el problema. O sea, que si digo casa de viejos, enseguida me dicen que está mal tratar de viejo a uno que es viejo. En cambio, si digo anciano o mayor y residencia de tercera edad, parece que todo es distinto, como si las palabras tuvieran el poder de cambiar la realidad. Al instante todos se imaginan unos viejos, perdón quería decir mayores, de color sonrosado, con la cabeza cubierta de un pelo blanco platino, saltando por un prado y viviendo en una lujosa residencia llamada de tercera edad, rodeados de gente joven que les escuchan y atienden siempre con una sonrisa dulce y cariñosa.

Es que hoy día nos hacemos un lío con las palabras y hay que ir con un cuidado con algunas, que bueno, es para temblar. Como a uno se le escape sin querer llamar a otro emigrante, aunque no lo sea, la respuesta inmediata es que el primero es un racista. En fin, todo un lío. Y ahora que pienso, en todo caso, tendría que decir inmigrante; porque los emigrantes eran los españoles de después de la guerra de aquí, que se iban para Alemania.  En fin, todo un lío. Debe de ser por lo de la tele...

(Le interrumpe un fragmento corto de la música inicial que acompaña a las palabras en off que se oyen a continuación.)

VOZ EN OFF: Sed buenos, sed buenos, no lo olvidéis. Atentos a la tercera campanada.

OYENTE (se prepara con el móvil para llamar): A ver si ahora tengo suerte.

CAMPANADAS: Taaang... ( pausa). Taaang... ( pausa). Taaang

OYENTE (marca rápido y nervioso y se lleva el teléfono a la oreja para hablar): ¡Mecachis! Esta vez tampoco. Seguro que es un castigo por haber dicho una palabrota la vez anterior. Pero si es que es imposible y además con ese número tan largo no hay Dios..., hay perdón quería decir que... ¡bueno, es igual!

En cambio, el otro día entró en antena un dictador que le pedía a Dios que machacara a todos los conspiradores, que querían quitarle el poder legítimo que Él mismo le había otorgado. (Señala con el dedo hacia el techo.)

Se necesita tener cara y, encima, decía que todo lo que le pedía era para bien de su pueblo. Claro que para este sujeto, pueblo solamente es él mismo. En fin, otro ejemplo de que utilizamos las palabras a conveniencia, creyendo que al pronunciarlas tienen el poder de transformar las cosas.

Si decimos viejo, el pobre estará fatal; pero si decimos mayor, ya no es viejo. Si los políticos dicen que el pueblo dice, ¡que casualidad que todos coinciden con lo que dice él! Y perdón por la repetición; pero es que es así.

La rabia  que me da cuando oigo (cambia la voz a tono de discurso político): Y es que el pueblo ya está harto (vuelve al tono normal). Y digo yo, ¿cuando me preguntó él si pensaba lo mismo y si estaba harto? Además, seguro que algunos de ese pueblo que parece conocer tan bien, deben de estar más harto que otros o quizás con más hambre que el perro de Lucas, que solamente comía cuando lo hacía su amo que estaba siempre de ayuno...

(Le interrumpe un fragmento corto de la música inicial de la obra de fondo para las palabras en off que se oyen a continuación.)

OYENTE (habla rápido mientras se inicia la música): A ver si ahora tengo suerte. Es que le quiero decir unas cuantas cosas... (Señala con el dedo hacia el techo.)

VOZ EN OFF: Sed buenos, sed buenos, no lo olvidéis. Atentos a la tercera campanada.

CAMPANADAS: Taaang... (pausa). Taaang... (pausa). Taaang

OYENTE (se prepara con el móvil para llamar, mientras esta vez dice los números en voz alta para asegurarse que no se equivoca): Uno, dos, tres, uno, dos, tres, uno, dos, tres y uno, dos, tres y ya está. (Se lleva rápidamente el teléfono a la oreja para hablar y no lo consigue.)

 (Enfadado) ¡Nada! Ni siquiera diciendo los números en voz alta. Y mira que son fáciles. Uno, dos y tres y así un montón. Lo de los tres números debe de ser por aquello del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

¡Qué rabia! Es que tengo que decirle tantas cosas... no como el último oyente que llamó; bueno era una oyente ¿o tendré que decir “oyenta”?  Aunque es igual, porque somos la rehostia; sobre todo, cuando nos da por parecer progres. Ojo, que no quiero discriminar. Lo digo por lo que comentaba antes con el lío de las palabras, ya saben. Bueno, pues esa oyente que decía, se empeñó en pedirle al de arriba (señala con el dedo hacia el techo) que a su vecina la hiciera caerse por las escaleras y que se rompiera una pierna. Y todo, porque cuando barría la escalera dijo que le echaba la porquería en su rellano.

(Reflexivo.) Con los problemas tan gordos que hay para pedir ayuda... En fin, creo que no tenemos remedio. Somos como somos. Pues anda que el otro oyente que contactó con el de arriba (señala de nuevo con el dedo hacia el techo), le quiso meter bronca.... Digo que le quiso meter bronca, porque empezó muy enfadado diciéndole que porqué había permitido que perdiera su equipo de fútbol; pero al instante se oyó un profundo trueno y se acoquinó y le pidió muy suave que a ver si el próximo partido ganaban. Antes de colgar, aún insistió el tío en que al árbitro que les pitó tan mal, le diera un dolor de muelas de los más fuertes.

Para solicitar la obra completa, gratis y con derecho de representación, dirígete al email del autor: amboscasos@yahoo.es o, también, a este otro: 2013santiag@gmail.com

Obra nº 6:

Soliloquio de un insomne o carta de un desamor.

Autor: Santiago Salcedo

Obra nº 7:

Telefonitis aguda.

Autor: Santiago Salcedo

Obra nº 8:

Aprendiz de inútil.

Autor: Santiago Salcedo

Obra nº 9:

Aventuras y desventuras de una exama de casa en paro.

Autor: Santiago Salcedo

La lista continúa hasta 51, que son las obras que he escrito hasta la fecha y de las que, he preparado, repito, un listado sinóptico a disposición de todos los que lo deseen…

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PETICIÓN DE OBRAS

Vista la favorable aceptación que ha originado la oferta desinteresada de todas mis obras, para todos aquellos que quieren hacer teatro, he pensador poner en forma de lista las personas a las que he tenido la satisfacción de haberles enviado las obras pedidas. Simplemente, por compartir con todos los lectores, el placer que siento de saber que mis obras atraviesan fronteras y vuelan sin más barreras que la idiomática.

NOMBRE                PAÍS                    AÑO....

Natalia Rial                Uruguay                 2008

Esperanza Velázquez  España (León)        2010

Patricia Córdoba        España                   2012

Marisa Costas            Argentina               2013

Ana Belén García       España (Alicante)   2013

Karla M. De León       Puerto Rico            2013

Carlos Pachecho         México                   2013

Regina Ugarte             España (Málaga)    2013

Jahzeel Galera            México                   2013

Inma Ríos                   España                   2013

José Luis Baringo       España                   2013

Alfredo Vivanco         México                   2013

Montse Vermell         España (Badía)       2013

Pedro Gómez             España (Toledo)     2013

T. la Cascaya             España (Asturi.)     2013

Nerea García             España                    2013

Hiram Vega               España (Canar.)     2013

Ricardo Andrés         Colombia               2013

Bienvenido Marzo     España (Alcorc.)     2014

Mariel Musacchio      ¿?                           2014

Verónica Mave          Argentina                2014

Cecilia Lifteroff         Argentina                2014

Toni Guerrero           España (Canar.)      2014

M. Lola Pérez            España (Jaén)         2014

Agnes Kiraly              España (Madrid)    2014

Nomar Moré              México                      2014

 María Vázquez     España (Barcelona)      2014

 María A. Plaxats  España (S. C. Rapita)   2014

 Oskhar Olmos       España (Canarias)       2014

Mª del Carmen  Mar del Plata (Argentina)2014

Briancy "Arteria Teatro"     Costa Rica    2014

DRADORO Lydia BCN España (Agosto)  2014

Luis Peralta Jaen España           (Enero)     2015

Manuel Lorente T. Llob. Es.           (Feb.)   2015 

Maria T. Senovilla Almeria        (Febrero)   2015

Paloma Gil Fernz Cangas de Onis    Marzo 2015

José Monescillo Galicia                       Marzo 2015

Laura Gómez Rouco, (España)          Marzo 2015

Anteros, Valdepeñas (Ciud. Real)       Marzo 2015

Camila Garcia, Argentina                   Agosto 2014

Grupo ARSENIC  (Barcelona)            Abril   2015

Grupo de Granada  (España)                 Julio 2015

Juan Pablo Álvarez, Colombia             Agosto 2015

Valeria Solorio, MÉXICO              Noviembre 2015

Diego Martín (España)                   Noviembre 2015

Maria José, CASTELLÓN              Noviembre 2015

Oviedo Daniel, ARGENTINA          Diciembre 2015

Mariola Sánchez, Córdoba             Diciembre 2015

Cristóbal Cehegin, Murcia                      Enero 2016

Gretchen Barnéond, Guatemala           Febrero 2016

Aleks Fles, USA                                    Febrero 2016

EPA Porpetta, ELDA, (Alicante)          Febrero 2016

Almu Martínez, (Alicante)                    Agosto 2016 

Asoc. Cul. teatro, Madrid               Septiembre 2016

Carlos PERALES, Inglaterra                 Marzo 2016

Consuelo Seisdedos, Zamora                   Junio 2016

Dato Comunicación, Ecuador                  Mayo 2016

Esteban Bolton, Argentina               Noviembre 2016

Marisa García, Estepona (Málaga) Septiembre 2016

Olga Fernández,  León                     Septiembre 2016

Valentina Saldívar, México                      Marzo 2016

EPA Porpetta, ELDA                               Enero, 2017

Paz González, Santander                          Enero, 2017

Ana García, Salamanca                            Enero, 2017

Juan Villarino, Galicia                              Enero, 2017

Brenda obando, Perú                                Enero, 2017

María Cristina Torres, México               Marzo,  2017

Las Leneas, Madrid                                    Abril, 2017

Miguel Sánchez , Rumania                        Mayo, 2017

JANA RUIZ, MUNICH                            Mayo, 2017

Mari C. González,  Extremadura.            Mayo, 2017

Adrián Marcelo Castro, México               Mayo ,2017

Daniel Montenegro, Córdoba (Esp.)         Mayo, 2017 

Armando, "Balumba Teatro", México     Junio, 2017

Elena Suñén, Madrid                                   Junio, 2017

Alex, Andalucía, España                              Julio, 2017

Nacho Martín, Galicia, España                   Julio, 2017

Carolina Linares, México                 Septiembre, 2017

José Antonio Estévez, Sevilla           Septiembre, 2017

Rebeca Lanzarote (Canarias)           Noviembre 2017  

María Cecilia (Argentina)                 Noviembre 2017

ZAIDA PALMA Parla (Madrid)             Enero 2018

ARGIMIRO Tarancón (Cuenca)            Marzo 2018

BON SO  Madrid                                      Marzo 2018

LITA Echeverría,  Madrid                       Marzo 2018

FERNANDO Flores  Alicante                  Marzo 2018

ALICIA GARCIA ORTIZ   (Esp.)  Noviembre 2017

JOAQUIN ALMEIDA Pontevedra          Julio 12018

María Irene González (Esp.)                  Febrero 2018

José Manuel Rodríguez (Esp.)                    Abril 2018

Juan Carlos Herrero (Esp.)                         Abril 2018

Laura Rodríguez  Madrid                          Mayo 2018

Ayunt. de Torremenga Cáceres                  Junio 2018

Pablo Dottavio          Argentina                   Junio 2018

Steven Leonardo Coronel      Ecuador       Junio 2018

Marigel Vázquez       Córdoba (Arg.)          Julio 2018

Manuel Basoa            Galicia               Diciembre 2018

Edgar Martínez León (Gua., México)       Enero 2019  

 

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